Lesiones Medulares.

La lesión medular es una afectación en la médula espinal, un cordón nervioso que, protegido por la columna vertebral, se extiende desde la base del cerebro hasta la región lumbar. Los nervios raquídeos aparecen a lo largo de la columna vertebral y, según la región de la columna de la que emergen, se denominan: cervicales, torácicos, lumbares o sacros. La médula espinal forma parte del Sistema Nervioso Central y constituye la vía principal por la que el cerebro recibe información del resto del organismo y envía las órdenes que regulan los movimientos.

Su interrupción con una lesión medular produce parálisis de la movilidad voluntaria y ausencia de toda sensibilidad por debajo de la zona afectada; y además, también conlleva la falta de control sobre los esfínteres de la micción y de la evacuación intestinal, trastornos en el campo de la sexualidad y la fertilidad, alteraciones del Sistema Nervioso Vegetativo y riesgos de padecer otras complicaciones (úlceras de decúbito, espasticidad, procesos renales, etc).

 

Tipos de lesiones:

Algunos de los tipos de estilos de lesión son fracturas simples, fractura en lágrima, dislocación, estallido; algunos mecanismos de lesión son la compresión, la hiperextensión, la hiperflexión; algunos síndromes (tipos de presentación clínica) resultantes son: cauda equina, conus medularis, síndrome medular central y anterior, síndrome de Brown-Sequard. El estilo de la lesión generalmente depende de la forma en que la persona se lesiona.

Lesión de la médula espinal cervical C1 – C8 (tetraplejia, también denominada cuadriplejia)

Las lesiones de nivel cervical causan parálisis o debilidad en ambos brazos y piernas (cuadriplejia). Pueden estar afectadas todas las regiones del cuerpo por debajo del nivel de la lesión o la parte superior de la espalda. A veces, este tipo de lesión está acompañado por pérdida de la sensación física, problemas respiratorios, disfunción intestinal, de la vejiga y sexual. Esta zona de la médula controla las señales a la parte posterior de la cabeza, el cuello y los hombros, los brazos y manos y el diafragma. Como la región del cuello es muy flexible, es difícil estabilizar las lesiones de la médula espinal cervical. Los pacientes con lesiones de la médula espinal cervical pueden ser colocados en un soporte o en un dispositivo estabilizador.

Lesión de la médula espinal torácica T1- T12 (paraplejia)

Las lesiones de nivel torácico no son comunes por la protección que brindan las costillas. Las lesiones torácicas pueden causar parálisis o debilidad de las piernas (paraplejia) junto con pérdida de la sensación física, disfunción intestinal, de la vejiga y sexual. En la mayoría de los casos, los brazos y las manos no están afectados. Esta zona de la médula controla las señales hacia algunos músculos de la espalda y parte del abdomen. Con estos tipos de lesiones, la mayoría de los pacientes usa inicialmente un soporte en el tronco para obtener estabilidad adicional.

Lesión de la médula espinal lumbar L1 – L5 (paraplejia)

Las lesiones a nivel lumbar producen parálisis o debilidad de las piernas (paraplejia). Puede haber pérdida de la sensación física, disfunción intestinal, de la vejiga y sexual. Habitualmente, la función de los hombros, los brazos y las manos no está afectada. Esta zona de la médula controla las señales hacia las partes inferiores del abdomen y la espalda, los glúteos, algunas partes de los órganos genitales externos y partes de las piernas. Estas lesiones a menudo requieren cirugía y estabilización externa.

Lesión de la médula espinal sacra S1 – S5 (paraplejia)

Las lesiones a nivel sacro causan principalmente pérdida de la función intestinal y de la vejiga, así como disfunción sexual. Estos tipos de lesiones pueden causar debilidad o parálisis de caderas y piernas. Esta zona de la médula controla las señales hacia los muslos y las partes inferiores de las piernas, los pies y la mayoría de los órganos genitales externos.

Completa e incompleta:

Una lesión incompleta significa que la capacidad de la médula espinal de transmitir mensajes hacia y desde el cerebro no se ha perdido por completo. Una lesión completa está indicada por la ausencia total de función sensoria y motora por debajo del nivel de la lesión, especialmente en la zona rectal. Pero la ausencia de función sensoria y motora por debajo del nivel de la lesión no necesariamente significa que no quedan axiones o nervios intactos cruzando el sitio de la lesión; simplemente no que funcionan correctamente después de la lesión.

 

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