El reto de la independencia

  • El Salvador es un país en el cual ser una persona discapacitada es un conflicto de independencia, pues no se tienen los insumos o infraestructuras para poder serlo.

En el país existen conceptos erróneos sobre la discapacidad, y de las personas con alguna deficiencia, uno de estos es no tener la oportunidad de ser independientes y autocuidarse.

Por años se ha creado la idea que una persona con algún tipo de discapacidad debe estar siempre al cuidado de la familia, por creerlos más frágiles, o encajonándolos en la idea que son niños, de manera que coarta así, toda oportunidad de desarrollarse plenamente como toda persona.

El artículo 19 de la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con Discapacidad dice: “Las personas con discapacidad deben tener la opción de vivir en forma independiente, ser incluidas en la comunidad, elegir dónde y con quién vivir y tener acceso a servicios de apoyo en el hogar, en residencias y en la comunidad”:

Por lo tanto, personas con una deficiencia física, un sordo, un ciego, una persona con síndrome de down, etc. Tiene la libertad de buscar valerse por sus propios méritos, de vivir con alguien más o vivir solo.

No existe una cifra exacta de personas que han pasado de la dependencia en el seno familiar a buscar ser personas independientes, pero se considera que cada día son más los que toman el reto de ser autónomo.

Pero ¿Qué impide gozar de ser una persona independiente?

Factores culturales, creencias, falta de oportunidades educativas y laborales, barreras arquitectónicas y sociales, carencia de leyes y el seguimiento de estás, son los que impiden pasar de la dependencia y los cuidos a autovalerse por sí mismos.

Mientras en el hogar no deje de existir la sobreprotección, la falta de confianza; mientras que en la sociedad sigan los paradigmas en los cuales pone a la persona con discapacidad como un ser carente de oportunidades, mientras las leyes del país no velen por el cumplimiento de los derechos de cada persona, siempre existirá una puerta cerrada para la autonomía de las personas con discapacidad.

Se puede lograr ser autosuficiente en un país que aparenta tener más contras que posibilidades. Todo dependerá que sociedad en general sea independiente de los paradigmas culturales y sociales, que se brinde una oportunidad de confianza, y también dependerá del valor y la fuerza de voluntad que se dé a sí mismo la persona con discapacidad.

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